Ball Corporation, compañía líder en fabricación de envases de aluminio, realizó un estudio de mercado para comprender el comportamiento de los compradores.
En los últimos años, el mercado de bebidas en lata viene registrando un crecimiento sostenido sin precedentes. De hecho, el consumo de latas en Argentina creció más de 10% en 2022, y según el estudio realizado por Ball Corporation, esto en parte se debe a que los consumidores buscan envases que les permitan tener características como practicidad a la hora de elegir una bebida, entre otros motivos.
Desde hace ya un tiempo, los consumidores buscan la comodidad en todos los productos que compran. La teoría de la inmediatez se volvió cada vez más real en nuestras vidas, y comenzamos a acostumbrarnos a un estilo de vida dinámico que a su vez nos brinde posibilidades acertadas y próximas. Siguiendo con esta línea, el estudio realizado por la compañía lo comprueba, ya que la practicidad (35%), el rápido enfriamiento (16%) y la medida justa (12%) son las principales ventajas percibidas por las personas, al momento de elegir bebidas en lata.
Pero no solo eso, sino que temas como la conciencia ambiental y la posibilidad de elegir marcas más sustentables que sean responsables de sus acciones, también son factores que se están comenzando a tomar como punto de partida al momento de comprar.
Es decir, que nos encontramos frente a un consumidor complejo, más informado y consciente, por esto más demandante con las compañías en lo que respecta no solamente al compromiso con la sustentabilidad, sino también al compromiso con los consumidores y el tratamiento de problemáticas sociales. Particularmente en Argentina y según el Trust Barometer de Edelman, en la actualidad el 53% de las personas encuestadas cree que las compañías deben asumir un rol de liderazgo para resolver estas problemáticas identificadas por la sociedad. Asimismo, los números reflejan que el 84% de los argentinos prefiere comprarle a empresas y comercios que tratan bien a sus empleados (20% lo hace más que antes de la pandemia) y un 61% piensa que las empresas deben ponerse al frente del cuidado del medio ambiente y la comunidad. (Fuente Kantar).
Entonces, la sustentabilidad y la circularidad de los envases son un diferencial y ayudan a las personas a comprar y utilizar productos cuyo impacto sea menos dañino con el medioambiente. Por eso, las marcas deben educar a los clientes en un consumo responsable y en el reciclaje de los residuos que se generan, para lograr tasas de recuperación más altas. Desde Ball Corporation, por ejemplo, potencian la lata de aluminio como el envase protagonista de un modelo de consumo más sustentable a través del movimiento QUIEROLATA.
Por otro lado, las marcas deberán buscar la forma de hacer sus embalajes más llamativos, ya que es el primer canal de comunicación que tienen con sus clientes, responsable de capturar la atención del consumidor y transmitir los mensajes del producto, de sus atributos y del fabricante. En este sentido, los encuestados indican que innovaciones como tapas de colores, nuevos barnices, cambio de color por temperaturas frías, etiquetas coleccionables, texturas de relieves, entre otras más, las ayudaría a diferenciarse y destacarse en las en las góndolas.
Para hacer frente a esta demanda, la compañía cuenta con la tecnología Ball Digital Printing que permite impresión con calidad fotográfica y una infinidad de colores en latas para bebida, además de rótulos únicos y personalizados.
“Sabemos que estamos ante un cambio de paradigma con lo que respecta a nuestros consumidores, y queremos que la lata deje de ser recipiente que transporta el líquido, para consolidarse como una forma de comunicación premium, capaz de entregar nuevas experiencias a los consumidores desde la góndola del supermercado, pero, además, se adapte a las necesidades y preferencias de las personas” indica Hugo Magalhães, Director de Marketing de Ball Sudamérica. Y agrega: “Desde Ball queremos asesorar y acompañar a los productores de bebidas para que puedan innovar y desarrollar latas que estén a la altura de las cuestiones no solamente estéticas, sino sustentables y prácticas”, concluye.