El hielo en una bebida debe cumplir su principal función: mantenerla fría. Sin embargo, se debe tener en cuenta que si el agua utilizada para elaborar el hielo no es de calidad, influirá en la coctelería
Al momento de elaborar tragos de coctelería, la atención suele estar puesta en la calidad de la bebida que se utiliza, si se le agrega limón, pepino, hierbas o incluso condimentos, y hasta en el vaso en el que se sirve la preparación. Sin embargo, es muy frecuente que no se tenga en cuenta un elemento fundamental de la coctelería: el hielo con el que se preparan los tragos.
La calidad, cantidad y frescura del hielo son esenciales para la preparación de una buena bebida, sea copa o cocktail. Es fácil pensar que el único propósito del hielo es enfriar una bebida, pero tiene beneficios adicionales. Cuando un cóctel se agita o remueve con hielo, el hielo se descompone y agrega agua a la bebida. Esta dilución combina los sabores de la bebida mientras suaviza el alcohol y los sabores de frutas pesadas para crear una bebida más suave y agradable.
La buena calidad del hielo se fundamenta en su elaboración, ya que si está hecho a partir de agua mineral, no tendrá sabor ni gusto, y cumplirá aportando a la bebida únicamente frescura, sin alterar la esencia de la misma. El color es fundamental y nos da información sobre la calidad del hielo. Cuanto más transparente y cristalino sea, mejor es la calidad del agua.
“Es fundamental que el agua que se utiliza para el hielo en la coctelería sea de calidad, como es el agua de Sparkling. En general, cuando uno utiliza rocas de hielo para cócteles, a medida que pasan las horas el hielo se empieza a derretir de a poco, y termina formando parte del trago. Si es neutra, de calidad, vamos a estar agregándole un producto bueno al cóctel. Pero si, por ejemplo, se utiliza agua de la canilla que por lo general tiene mucho cloro, va a terminar alterando el sabor” comenta la sommelier Mariana Gil Juncal, consultada por Sparkling. “Recomiendo muchísimo que, al momento de preparar tragos, se tenga presente cuidar la materia prima del hielo, que es una parte fundamental del cóctel”, agrega.
La sommelier también aconseja sobre la importancia de consumir agua en las catas de vino, “es fundamental que haya agua disponible, porque es una situación en la que se consume alcohol, que nos deshidrata. También sugiero siempre, entre vino y vino, limpiar el paladar con agua” comenta Gil Juncal. “Recomiendo tomar dos vasos de agua por copa de vino. Sé que parece mucho, pero es necesario mantenernos hidratados. Hay que tomarlo como regla, ya que nos va a permitir mantenernos en condiciones óptimas mientras estamos tomando alcohol” concluye.
Es en este punto en el los procesos de filtrado del agua cobran protagonismo. En el caso de Sparkling, empresa argentina con más de 30 años de trayectoria en la producción de agua de calidad premium, se destaca por el triple proceso de filtrado para garantizar los estándares de calidad que exige el Código Alimentario Argentino: filtrados físicos, químicos y bacteriológicos, finalizando luego con el proceso de ozonización exclusivo de Sparkling garantizando la eliminación de cualquier organismo microbiológico logrando de esta manera que el producto resultante posea una durabilidad de 60 días.
Es así que, a través de la filtración con lechos de arena, carbón activado y distintos filtros micrónicos, siendo luego ozonizada, se logra un agua cristalina, sin sabor ni olor, ideal para la utilización en alta coctelería.