Para quienes profesan la fe cristiana, se acerca la Cuaresma. Desde la ONG GenV invitan a reflexionar sobre las elecciones alimentarias por un bien colectivo.
El veganismo no es una religión pero, al igual que muchas, se basa en la compasión, la benevolencia, la caridad, el amor, la equidad y el respeto. No consumir productos de origen animal es para quienes lo practican una forma de resignificar sus valores y estructuras de fe.
También es un acto de justicia contra un sistema alimentario desigual, cruel con los animales y responsable del colapso climático, la deforestación y la pérdida de biodiversidad, perpetrado por las industrias cárnicas y lácteas.
Según el Génesis, el paraíso del Edén muestra que Dios quería que el mundo estuviera libre de toda forma de violencia, derramamiento de sangre y de cualquier tipo de pecado; se trataba de un reino pacífico y “era bueno” (Gén. 1:18). Entonces, ¿pueden las vidas de los animales ser juzgadas en términos de utilidad humana? ¿Nos fueron dados para comer?
“Independientemente de nuestras creencias, vivimos en un mundo en el que los animales, tanto de cría como salvajes, atraviesan niveles extremos de sufrimiento. Es urgente que nuestras formas de percibir el mundo, la vida, y la muerte, los consideren como seres que merecen nuestro respeto y compasión”, explica Jacqueline Guzmán, directora de GenV en Argentina, una organización sin fines de lucro que busca promover un sistema más saludable, sustentable y justo para todas las especies que habitan el planeta.
En ese sentido y retomando la campaña de la ONG en el 2019, donde se le ofreció al papa Francisco un millón de dólares para una organización benéfica de su elección si probaba el veganismo durante la Cuaresma, GenV propone este año, para quienes ya están en un camino religioso o espiritual, ampliar su círculo de compasión y abrazar toda la vida, independientemente de la especie.
Receta para hacer en casa
Milanesas de garbanzos
Ingredientes (para 6-8 porciones)
• 250 gr de garbanzos secos
• 150 gr de harina leudante
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• c/n pan rallado
• 2 dientes de ajo
• 2 cucharadas de perejil
• c/n sal
• c/n agua
Preparación
1.Dejar en remojo los garbanzos con agua al menos 12 hs y escurrir.
2.En la procesadora o minipimer, colocar los garbanzos con el aceite, el perejil, el ajo y la sal.
3.Agregar ½ vaso de agua y procesar. (De ser necesario, agregar un poco más de agua).
4.Volcar el preparado en un recipiente, integrar la harina y dejar reposar en la heladera unos 30 minutos para facilitar el armado.
5.En una fuente, colocar buena cantidad de pan rallado.
6.Con la ayuda de una cuchara, colocar la mezcla de garbanzos en porciones en el pan rallado. Aplastar y cubrir, dándole forma de milanesa del grosor deseado.
7.Hornear o freír por unos minutos. ¡Listo!