Rico el asado, los tragos, la conversa y el ambiente en torno a la parrilla. Nada mejor para el parrillero. Pero nada peor que el desorden posterior, lavar los platos y qué decir de limpiar la parrilla. Eso último, casi siempre, queda en el olvido y volvemos a prenderla pensando que el fuego derrite las grasas y la parrilla se limpia sola. Error. Las bacterias quedan y así el riesgo de contaminar los alimentos del nuevo evento. Más aún; el olor de la grasa impregnada es un atractivo irresistible para algunas especies, como los ratones.
Sabemos que este riesgo está presente en los hogares chilenos, porque los estudios de Dr. Grill, emprendimiento liderado por el experto en esta industria Bruno Tejada, indica que el 83% mantiene su parrilla con algún grado de suciedad y que el 54% nunca la limpia de manera profunda.
Con el 18 de septiembre y la llegada de la primavera se inicia un periodo en que los asados se vuelven los protagonistas. Durante estos días, se produce un uso intensivo de las parrillas, las que comienzan a juntar grasa, residuos, suciedad y algunas bacterias indeseadas.
Pero los chilenos no nos caracterizamos por mantener limpias nuestras parrillas. Una encuesta realizada recientemente por Dr. Grill indicó que el 83,46% de los encuestados reconoce que su parrilla está sucia. La investigación también arrojó que el 53,68% nunca ha limpiado de manera profunda su parrilla.
Se trata de algo preocupante. De acuerdo a los expertos resulta fundamental eliminar posibles riesgos vinculados a la escasa limpieza de las parrillas. Bruno Tejada, CEO de Dr. Grill, empresa dedicada a la limpieza profesional de ellas, te explica las principales razones alimentarias, de seguridad y sabor para mantener las limpias.
•La limpieza mejora la seguridad alimentaria: Existen bacterias que pueden sobrevivir altas temperaturas y el exceso de residuos no retirados puede contribuir a esto, por lo que es fundamental tomar esto en cuenta antes de “tirar la carne a la parrilla, y así disminuir los riesgos alimentarios. Además, una parrilla sin mantención puede generar carbonización, oxidación y convertirse en hábitat de insectos y roedores.
•Mantiene la eficiencia térmica: Si quieres disfrutar de un buen asado debes poder controlar la temperatura de cocción. ¿Qué ocurre cuando hay residuos? La distribución del calor puede verse afectada. Así, tu parrilla podría ser menos eficiente o calentar en unos sectores menos que en otros. Al limpiar la parrilla, se asegura una transferencia de calor más uniforme y una cocción más eficiente.
•Evita las llamas: La acumulación de grasa y residuos en la parrilla puede provocar llamas incontrolables. Esto puede afectar la correcta cocción de tus alimentos, además de causar accidentes mayores. Una correcta limpieza removerá la grasa acumulada y mitigará la probabilidad de que algo como esto ocurra.
•Evita que el asado de hoy sepa al de ayer: Los residuos de alimentos quemados o carbonizados afectan el sabor de lo que se cocina. Una limpieza adecuada de la parrilla ayudará a evitar sabores indeseables o de asados pasados.
•Mejora su estética: ¿A quién no lo anima ver una parrilla reluciente y lista para recibir la carne? Limpiarla regularmente te permite disfrutar de una parrilla visualmente agradable y te anima a mantenerla en buenas condiciones en general.