¿Sabías que la mayoría del “feta” que encuentras en el súper ni siquiera es feta de verdad? Seguro no lo sabías… Y sí, nos han estado engañando todo este tiempo. Ese bloque de queso en agua, cremoso y acidito que lleva el sello DOP (Denominación de Origen Protegida) no es cualquier queso… es el verdadero, elaborado bajo normas estrictas que protegen la tradición, la producción y la calidad mediterránea que tanto nos seduce.
Para ganarse ese sello, el feta debe producirse en regiones específicas de Grecia, usando leche de oveja (a veces mezclada con un poco de cabra) y madurado en salmuera por al menos dos meses.
Cuesta más que las imitaciones (esas que casi siempre son de vaca), pero lo que importa es lo que significa para ti: sabor y salud. El auténtico DOP Feta Griego tiene un carácter mucho más rico —salado, acido y con un toque cremoso— que ninguna copia barata puede igualar. Y de paso, es más bajo en grasa que muchos quesos, alto en proteína, calcio y probióticos. O sea, mejor para tu paladar y para tu cuerpo.
Así que cuando prepares este dip, no te conformes con la imitación hecha con leche de vaca, busca el feta con siglos de tradición griega en cada bocado.
Lo que necesitas:
400 g de queso feta griego DOP
4 pimientos del piquillo de España
1 diente de ajo mediano
3-4 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
Jugo de 1/2 limón
Lo que tienes que hacer:
En un sartén pequeño, calienta el aceite con los piquillos y el ajo a fuego bajito, dejando que hiervan suavemente unos 10 minutos hasta que los pimientos estén blanditos y el ajo apenas dorado. Pasa todo a un procesador de alimentos, agrega el feta y el jugo de limón, y tritura hasta que quede cremoso y bien mezclado. Sirve en un bol, rocía con un chorrito extra de aceite de oliva extra virgen, decora con hierbas frescas o microgreens si quieres, y acompaña con pan, pita o vegetales.
¡A disfrutar, que La Cocina No Muerde!
POR DOREEN COLONDRES @doreencolondres lacocinanomuerde.com