Cada 29 del mes, los argentinos tenemos la costumbre de hacer ñoquis y poner debajo de cada plato un billetito, como decían los abuelos. Este año, hay un 29 más para atraer la suerte y comer rico.
Como tantas otras costumbres y platos de las cocinas argentinas, los ñoquis llegaron al Río de la Plata con las corrientes migratorias principios del siglo XX, y al igual que el dulce de leche, el asado o la milanesa napolitana.
Hay varias explicaciones de sus orígenes, pero la tradición es la misma. Todos los 29 se preparan los ñoquis y antes de empezar a comer, se coloca debajo de cada plato un billete. El ritual simboliza el deseo de atraer suerte, trabajo y prosperidad y que durante el próximo mes haya abundancia y no falte el dinero.
Febrero es el mes en el que los ñoquis y la tradición faltan (o se reprograman para otro día). Pero este año, es bisiesto, así que da una oportunidad más de comer este plato que todos aman.
Como todo lugar italiano, el restaurante Broccolino, sigue estas tradiciones y prepara únicamente gnocchis los 29 de cada mes. Ofrecen ñoquis de espinaca y ñoquis de papa, que se pueden combinar con más de 25 salsas y con la opción de la media porción o porción entera.
También tienen una selección de ñoquis, donde vienen cuatro medias porciones dos de verdura y dos de papa en un plato dividido por dos panes caseros en forma de cruz elaborado en el momento y servidos con cuatro salsas diferentes, las más tradicionales, de pesto, crema, carbonara, bolognesa y pomodoro.
Broccolino abrió sus puertas por primera vez en febrero de 1985, en el local donde estaba la agencia de publicidad familiar. El nombre es un homenaje a los italianos que se instalaron en Brooklyn luego de las primeras olas migratorias. En Argentina, con el recetario de Luciana y la nonna que venían de Livorno, Italia, la familia se embarcó en una nueva aventura gastronómica.
Hoy, Alejandro Ballabeni, hijo de Luciana, lidera un equipo que fue creciendo y por el que pasaron hijos, nietos y sobrinos, y donde continúan trabajando luego de más de 25 años, cocineros y mozos que son parte del corazón del restaurante. Broccolino fue creciendo y sumó un salón y un área de producción, donde se amasan las pastas frescas que alimentarán a locales y turistas que entran atraídos por el aroma que se cuela hasta la vereda.
¿Dónde? Esmeralda 776, Microcentro
https://www.instagram.com/broccolino_ristorante/