El 13 de marzo se celebra el Día Mundial del Riesling, una de las cepas blancas más icónicas a nivel global. De origen alemán, esta variedad se ha expandido por distintos terroirs gracias a su elegancia y versatilidad. En Argentina, su producción es limitada, y una de las bodegas que se destaca en su elaboración es Trapiche Costa & Pampa, la primera de influencia oceánica del país, ubicada en Chapadmalal, cerca de Mar del Plata.
Desde sus inicios, Trapiche Costa & Pampa apostó por desafiar los límites del vino argentino, explorando variedades poco tradicionales en el país. En 2014, decidió experimentar con el riesling, incorporando 1.200 plantas para evaluar su adaptación al clima fresco y húmedo de la costa. Hoy, la bodega cuenta con 1,3 hectáreas dedicadas a esta cepa, que representa un verdadero reto en el viñedo.
“El clima atlántico influye notablemente en el riesling, ya que las temperaturas más frescas demoran su maduración. Es una de las últimas uvas que cosechamos, generalmente en abril, y siempre mantiene un grado alcohólico bajo. Esto nos permite obtener un vino con una acidez vibrante, muy fresco y aromático. Su baja graduación alcohólica, en línea con una tendencia mundial, lo convierte en una opción súper atractiva y versátil para la gastronomía.”, explica Ezequiel Ortego, enólogo de Costa & Pampa.
El ejemplar de la bodega es el Costa & Pampa Riesling, un vino que se distingue por su frescura y complejidad. Presenta una fragancia intensa con notas de fruta de carozo, como duraznos y damascos, acompañadas de matices florales y un toque de miel que se acentúa con el tiempo. Su textura fluida y su acidez persistente le otorgan un gran potencial de evolución en botella.
“Dentro de las variedades blancas que elaboramos en Costa & Pampa, el Riesling es una de las más desafiantes. Sus racimos compactos son muy sensibles a la humedad y a las heladas, lo que hace que no todas las añadas puedan llegar al mercado. Sin embargo, cuando logramos elaborarlo, obtenemos vinos frescos, con gran concentración aromática y un excelente potencial de guarda gracias a su acidez natural”, explica Ezequiel Ortego, enólogo de Costa & Pampa.
En el marco de su 10° aniversario, Trapiche Costa & Pampa reafirma su compromiso con la innovación y la excelencia, apostando por varietales que desafían los límites del terruño argentino.